El fallecimiento de un ser querido despierta una serie de emociones que, mientras nos habitan, tiñen nuestra experiencia y la interacción con el entorno, y pueden llegar a ser profundamente disruptivas. La vivencia de estas emociones y las reacciones que de ellas se derivan es lo que llamamos el proceso de duelo.

Para un equipo de trabajo la muerte de un colaborador o colaboradora se vive tanto de manera individual como colectiva y, si no se genera un espacio para reconocer y expresar las emociones que afloran a partir del proceso de duelo, estas pueden anidar en la persona y afectar su energía y estado de ánimo, lo que puede derivar en un clima de pesadumbre muy difícil de disipar.

En esta intervención, acompañamos a las personas en el reconocimiento y la expresión de las emociones que las habitan al afrontar un contexto de duelo.

A través de esta experiencia transformadora los y las participantes podrán:

• Reconocer las emociones y/o manifestaciones que surgen frente al fallecimiento de un ser querido y cómo es que estas se expresan en nuestras vidas
• Realizar rituales de despedida
• Practicar estrategias de autocuidado para la liberación emocional